Otro grande que se va: adiós, Superstar Billy Graham

Esta semana se ha ido otra leyenda de la lucha libre: Superstar Billy Graham, cuya gran influencia a la industria fue reconocida públicamente por todo el mundo incluido Ric Flair, siendo el Nature Boy la persona que dio a conocer el sensible fallecimiento del nativo de Phoenix, Arizona.

El legado de Superstar Billy Graham

Para quienes no conocen el trabajo de Graham, él fue una estrella de mucha influencia en el medio: campeón de la WWE y miembro del Salón de la Fama de esta empresa, también tuvo varios títulos en la legendaria NWA y enfrentó a elementos tan grandes como Bruno Sammartino, Pedro Morales, Bob Backlund y el orgullo mexicano, el embajador Mil Máscaras. Su participación en la AWA de Verne Gagne también fue notable, rivalizando con colosos como Ivan Koloff y Ken Patera. También tuvo su época en Jim Crockett Promotions.

Su personalidad colorida abrió paso para el surgimiento de muchos gimmicks posteriores incluyendo a Hulk Hogan, cuya similitud de imagen con Graham parece saltar a la vista, sin mencionar su característico uso de la palabra “brother” en los promos, que más tarde retomaría e inmortalizaría el Hulkster.

Pero Hogan no es el único que tomó algún rasgo de la singular personalidad y estilo de Graham: luchadores como Stone Cold Steve Austin, Triple H, Scott Steiner y Jesse “The Body” Ventura también recibieron su influencia en alguna medida.

Siempre polémico, el consumo de esteroides lo llevó a los tribunales en 1990 junto al mismísimo Vince McMahon y al infame Dr. George Zahorian, entre otras personalidades, y según se sabe gran parte de sus problemas de salud se debieron a estas sustancias.

Muy a pesar del mencionado juicio y de otros episodios controversiales que protagonizó con la WWE (como el de 1992, cuando acusó a empleados de la empresa de abuso infantil o el de 2010, cuando arremetió contra Linda McMahon estando esta en plena campaña por el Senado), la empresa de Stamford lo reconoció en vida en 2015 con un Contrato de Leyendas.

Con todo y la enorme diferencia financiera entre México y Estados Unidos, hay que decir que en nuestro país sigue faltando ese tipo de reconocimiento a los luchadores que dieron su vida e integridad a la industria. Más allá de las funciones-homenaje, de los diplomas, del mero reconocimiento retórico, el luchador retirado necesita apoyo monetario. En México luce lejano el momento en que nuestros ídolos partan de este mundo no solo con el honor y la gloria del reconocimiento y el recuerdo de la afición, sino también con la satisfacción de haberse reencontrado con las empresas que una vez dejaron.

Luce lejano el día en que los últimos años de nuestros luchadores sean estables y dignos, bajo el apoyo económico de quienes fueron sus empleadores e hicieron grandes cantidades de dinero de ellos. Solo queda desear que nuestra lucha libre crezca tanto algún día, en lo económico y en lo moral.

En memoria de Superstar Billy Graham.

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