El 2018 está por terminarse, un año lleno de cambios, retos y emociones dentro de la lucha libre. Hoy, a muy pocos días de que se acabe un año turbulento, toca hacer un recuento, más de preocupación que de bonanza dentro del pancracio, ya que, a pesar de haber sido doce meses con múltiples cambios, el miedo, las barreras y los egos de nuevo se hicieron presentes.
Iniciemos con lo bueno, con las cosas dignas de celebrarse, como la “apertura” y sí, se pone entre comillas, de las dos empresas grandes de México, al compartir tres talentos que son, en este momento, de los más populares en nuestro país, haciendo que las entradas, sobre todo en la Arena México, tuvieran un repunte determinante.
King Phoenix, Penta Zero M y L.A. Park pueden presumir de ser los únicos luchadores en participar y estelarizar los carteles de las dos empresas, algo que en 26 años no había ocurrido, por lo que celebramos su talento, popularidad y determinación para ser parte de lo mejor que pasó en este 2018.
Pero a la par, dentro de esta apertura no se dio un intercambio real, quizá seamos soñadores, pero quién no se imaginó a Psycho Clown (el luchador más popular en México), Texano Jr., Aerostar o Drago por una noche en el CMLL, o a Rush, Volador, Cavernario y al mismo Místico o Carístico en algún evento magno de AAA.
Es probable que nuestros ojos nunca vean estos intercambios, pero también es probable que la lucha libre nunca más tenga un boom, gracias a los egos de los dirigentes de ambos lados, porque disposición y ganas de los talentos existen, pero las decisiones no recaen en ellos.
Por último y más determinante, las dos empresas grandes no le dieron a la gente lo que realmente querían ver en sus máximas fiestas, lo que dio como resultado, eventos llenos, sí, pero también chatos y desangelados.
Empecemos con el menos grave, Triplemanía 26, el cual, con un poker de ases improvisado, vio caer la máscara del Hijo del Fantasma. Yo como aficionado a la tres veces estelar y como ferviente seguidor del caído esa noche, me hubiera gustado verlo perder en otra circunstancia y con otro rival, con alguien que tuviera un pique evidente. ¿Por qué no pensar de nuevo en Texano Jr., el mismo Psycho Clown o incluso La Parka? Demasiado premio para alguien de fuera y demasiado castigo para alguien leal a la marca.
Ahora, el CMLL demostró que sus aficionados, mínimo en el 85 aniversario, son un cero a la izquierda para ellos. Todo pintaba para tener la lucha más esperada en años en un festejo importante para los coliseínos, pero al final el miedo, el ego o simplemente la desidia se hicieron presentes. L.A. Park y Rush se quedaron con las ganas de verse frente a frente en un duelo de apuestas… ¿El resultado? La caída desangelada y gris de Volador Jr. y Matt Taven, en uno de los aniversarios que será recordado por ser el monumento a la ineficacia y poca visión de los de pantalón largo del CMLL.
Por esta ocasión es todo, solo queda esperar un año mágico en el 2019, con el renacimiento de la lucha libre, llevándola al lugar donde debe de estar. Soy Enrique Yniesta, me dicen el #LuisMiguelDeLaLuchaLibre y me encuentran en todas las redes sociales como @enriqueyniesta.