Lucha y tinta libre: de los equipos luchísticos

Hace mucho tiempo había tomado este tema en algunas de las columnas de opinión que he redactado en mi trayectoria profesional como periodista. Es un tema muy recurrente, pero la lucha libre se considera también como un producto. El elemento es quien vende ese producto, y desde luego que debe ser presentado con un embalaje de calidad.

Sin embargo, pasan los años y me encuentro siempre con elementos que poca inversión le aplican a sus equipos de trabajo. Sin duda es importante considerar que muchos de ellos no tienen fuertes ingresos provenientes de las funciones de lucha donde participan, no obstante lo cual siempre debería ser considerado por ellos realizar un aporte de capital a sus equipos y presentaciones.

Y es que esto es un tema básico.  Se ha visto,  es verdad, una evolución considerable en los equipos de los gladiadores. Se ha dejado de usar la clásica capa que veíamos en elementos que portaban con gran orgullo este aditamento, atletas legendarios como El Rayo de Jalisco, El Enmascarado de Plata, Blue Demon y  otros que daban lustre a este artículo.

La capa ha disminuido su presencia en este mundo que fue diseñado para que se usara con todo su esplendor en las presentaciones y se quitara después. Ahora ya son pocos los que se suben al cuadrilátero con ese tipo de prenda, únicamente algunos que han podido combinar el estilo clásico y el contemporáneo.

Siempre da gusto ver luchadores y luchadoras que portan un equipo profesional, aunque también he visto la otra parte, quizá simple descuido de parte de los talentos, como sea, pero el punto es que incurren en esta carencia y se presentan con equipos rotos y sucios y hasta con playeras rotas.

Es obvio que el estilo de los equipos de batalla dependerá del gladiador y su manera de actuar. Sus personajes dependen de cada uno, si son rudos o técnicos, incluyendo a los exóticos o luchadores de categoría mini, todo es libre, pero también depende de cada elemento llevar con dignidad su equipo de trabajo. Algunos han sabido utilizar los estilos y se ven de maravilla en sus presentaciones.

Estoy opinando en pro de que cada elemento ponga especial atención y cuidado en su presentación, que evite el uso de ropa rota, que no debería ni meter esas prendas a sus maletas de trabajo, y es que uno como aficionado paga su boleto para ver un buen espectáculo.

Y en este sentido los elementos deben entregarse con la palabra profesionalismo en toda su manifestación. Son temas que deben de cuidar al ser personajes que se encuentran en el pedestal de figuras públicas, son el centro de atención de un deporte espectáculo y por ende su imagen debe ser prioridad.

Aún recuerdo aquellos personajes de la época de oro que llegaban y salían vestidos de traje de las funciones, cuidando detalles al máximo, además de custodiar con total atención sus identidades secretas, por lo que nunca dejaban la máscara a un lado. Hombres como Don Daniel García, el mítico Huracán Ramírez, cuya elegancia emanaba por todos lados, aunque claro está, los tiempos cambian y se modifican hábitos y costumbres.

Espero ver menos playeras rotas y equipos sucios sobre los cuadriláteros y  también contar con su compañía, amable lector, para mis próximas entregas de esta columna periodística de opinión. Gracias a los visitantes de Crítico Luchístico por su atención y recuerden que también puede seguir mi trabajo en www.funcionestelar.com.

Tenga usted buenas luchas con calidad en el espectáculo.

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